En el año 2001 debido a la crisis económica que sufría el país la Sociedad de Fomento y Cultura de Villa Buenos Aires tuvo que cerrar sus puertas. Cinco años después, un grupo de vecinos se juntó para ponerla en marcha nuevamente. EcoDias tuvo la oportunidad de presenciar la reunión en donde se formó la nueva Comisión Directiva de la institución ahora presidida por un joven de 27 años. Una historia para conocer y que invita a creer.

Buen comienzo
Todo empezó en 1987 cuando se creó la entidad que en pocos años le han pasado varias cosas. Al comienzo, bastante alentadoras. Luis Smith fue uno de sus protagonistas: “Todo empezó porque acá no había cloacas, era un barrio que recién comenzaba. Íbamos a la Municipalidad, pedíamos cosas pero no teníamos repuestas ya que eran todos trámites individuales, entonces la única manera de conseguir algo era formando una Sociedad de Fomento. Así se consiguieron las cloacas lo cual significó el gran comienzo. El barrio que se comportó muy bien, había mucha participación”.
Todo iba bien y así se siguió hasta fines de los 90. Pero el cambio de siglo no trajo buenas nuevas.

Triste final
Jorge Stremel estuvo en la Comisión desde 1996 y según sus palabras se encontraban trabajando muy bien. Tenían más de 200 socios e incluso se estaba construyendo la sede en Rincón y Guardia Vieja: “Se levantó parte del edificio y quedó inconclusa otra parte en 2001. Había oficinas y lugar para hacer más obras. Estaban los planos para que arriba se hiciera la biblioteca y también un salón de fiestas”.
Liliana Chiaraluce fue la tesorera de la última Comisión Directiva. De aquellos tiempos había quedado algo más de $ 300, los mismos que Liliana preservó y se encargó de llevar el pasado sábado a la reunión: “Fue un momento muy especial en cuanto a la crisis que vivía el país que no nos dio tiempo ni siquiera para empezar a trabajar y reunirnos. El único tiempo era para mirar puertas adentro y lograr resolver las propias crisis familiares de cada uno, lo que llevó a que no tuviéramos tiempo para dárselo al barrio. Hubo gente que tuvo que buscar otro trabajo, gente que se mudó de barrio como el presidente y el vice. Se juntaron muchas cosas referidas a lo social que hicieron que pase lo que pasó”.

Vientos de cambio
Cuenta Chiaraluce que estos cinco años sin nada hicieron que al barrio se lo tenga un poco olvidado. De hecho, algunos funcionarios no sabían ni dónde estaba Villa Buenos Aires. Y por si algunos de ellos todavía no lo saben es bueno recordar que el barrio ocupa el sector delimitado por las calles Pilcaniyen, Misioneros, San Lorenzo y parte de Rincón y Lainez. También es importante que sus vecinos sepan que ya tienen un lugar donde encontrarse y colaborar para el barrio porque la Sociedad de Fomento vuelve a funcionar.
La reunión se realizó recientemente en el domicilio del vecino Julio Fuertes, y se formó la Comisión Directiva. Chiaraluce, Smith, Stremel y Fuertes van a formar parte de la misma junto a otros vecinos que también van a poner su voluntad y tiempo. Pero hay un hecho muy curioso que vale la pena rescatar.
En casi todas las Sociedades de Fomento lo que más se lamenta es la falta del participación y más todavía por parte de la gente joven. Pero en Villa Buenos Aires el nuevo presidente, Fernando Del Pino, tiene 27 años, y la prosecretaria, Flavia Dell Arciprete, 24.
Fernando cuenta las causas que los llevaron a colaborar: “La idea de venir fue por un compromiso entre mi mujer y yo para decir ‘Vamos a ver qué podemos hacer’. Es un pequeño aporte y lo mismo creo que tendrían que pensar todos, que la Comisión se armó porque quiso armarse pero que el barrio sigue siendo de todos no de la Comisión y creo que ahí está la diferencia que tal vez la gente no entiende. Yo tengo hijos, y si querés algo bueno para ellos te tenés que preocupar como lo hacés al ir a trabajar todos los días y meterle más horas para poder darles mejores cosas. Entonces, si lo hacés en tu trabajo, lo podés hacer en tu barrio que justamente es donde van a vivir tus hijos”.
Y así se fueron los vecinos de Villa Buenos Aires, muy ilusionados y con ideas de progreso. Se habló de contactarse con el Consejo Vecinal, de tratar de recuperar su sede hoy ocupada por una familia pero sin crear un conflicto con esta, y hasta dándole tiempo para que resuelvan su situación. Ya se dio el primer paso, ojalá todo siga por el mismo carril.