CRECIENTE PREOCUPACIÓN DESDE EL SECTOR AGROPECUARIO Economía social
Fecha: Martes, 19 Febrero, 2019 - 00:00Difunden nuevo Semáforo de Economías Regionales
El informe elaborado por la Confederación Coninagro exhibe que el año 2018
evidenció un gran deterioro para la mayoría de las economías regionales.
La magnitud de la devaluación de la moneda local produjo un brusco cambio de
los precios relativos, los que incidieron profundamente en todas las
producciones, aquellas que generan productos mayormente exportables tuvieron
ciertas posibilidades de mejorar la situación, aunque en general no fue tal el
beneficio.
De las 19 economías relevadas por la Confederación Intercooperativa
Agropecuaria (Coninagro) Cooperativa Ltda. durante 2018, en 15 de ellas la suba
de los costos fue superior al aumento de los precios. Esto produjo un deterioro
de los resultados, incluso en las producciones que no estaban en una buena
situación económica al arranque del año, se vieron mucho más perjudicadas que
favorecidas.
“La preocupación frente a lo que muestra este semáforo se centra en dos temas:
las producciones que pueden dar trabajo y generar empleos están mal. Y está
complicada la economía por la caída del salario, que afecta el consumo y
termina impactando en la producción. Entonces, un problema regional termina
haciendo efecto dominó sobre lo nacional, e impacta en el ciudadano en general”,
sostiene el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto.
El semáforo que elabora Coninagro determina la explicación. En el comercio
exterior se generó, fruto de la depreciación del peso, una reducción de las
importaciones para todas las producciones. Este resultado se genera de forma
inmediata porque los productos importados se encarecen enormemente medidos en
moneda local luego de una devaluación.
Por el lado de las ventas al exterior, solo 10 actividades mejoraron su
desempeño exportador. Sucede que por más competitivo que se muestre una
actividad luego de la devaluación, para aumentar la exportación hay que tener
primero la producción, luego los mercados, y finalmente una cultura exportadora
que no se genera de un día para otro.
Finalmente, es importante destacar que la gran mayoría de las producciones
regionales se distribuyen en todo el país para el consumo de los argentinos. La
caída del salario real se traduce también en una menor cantidad de bienes
consumidos, la cual se evidencia en algunos de los alimentos y bebidas más
tradicionales de nuestro país, en 2018 disminuyó el consumo per cápita de carne
vacuna y aviar, lácteos, vino y yerba mate.