De ratones y dientes

El Ratón Pérez llega a las pantallas de estas vacaciones de invierno

Cada chico debe pasar por “ese lento striptease de las encías” que
según Mafalda -o Quino por su intermedio- es la dentición. Un asunto
desagradable, mitigado por la sigilosa intervención del Ratón Pérez, que
deja una moneda por cada dientito.
Esto, que muchos creen una tradición de origen incierto, nació a
finales del siglo XIX en España cuando el padre Luis Coloma (1851-1915)
-jesuita y catedrático- recibió de la corte el encargo de escribir un
cuento para al futuro rey Alfonso XIII, que entonces tenía ocho años, y
necesitaba consuelo por haber perdido un diente.
El personaje -no tanto el relato original- ahora es trasladado al cine
por la productora argentina Patagonik, y con posibilidades de estreno en
Latinoamérica.
La dirección está a cargo de Juan Pablo Buscarini, experimentado en
animación ya que realizó el largometraje Cóndor Crux (1999). Aunque este
film no es totalmente animado. En realidad se ha hecho interactuar al Ratón
Pérez y otros roedores creados en 3D, con el elenco humano encabezado por
Fabián Mazzei y la actriz colombiana Ana Maria Orozco, al estilo de
realizaciones como Stuart Litlle (Rob Minkoff; 1999) o Un ratoncito duro de
cazar (Gore Verbinski;1997).
La acción transcurre en la Buenos Aires actual, donde el ratoncito ve
amenazado su trabajo por una peligrosa banda, y recibe la ayuda de un par
de audaces niños.
Diversión casi garantizada para chicos con dientes flojos, o no tanto.