Trabajadores y trabajadoras autoconvocados del Área Centro del sistema de Salud municipal están reclamando por la situación de inestabilidad laboral que sufren aquellos que se encuentran en calidad de “temporarios” y por las falencias que presentan las unidades sanitarias.

A la hora de hablar del sistema de salud pública en Bahía Blanca, el gobierno del intendente Cristian Breitenstein se ha caracterizado por poner el acento en la importancia de la atención primaria, o sea del servicio que brindan las unidades sanitarias dispersadas por los distintos sectores de la ciudad.
A través de una buena atención primaria de la salud, como han señalado los distintos funcionarios que pasaron por ese ámbito en los últimos años, se lograría descomprimir la cantidad de pacientes en los hospitales, quedando los nosocomios para atender los casos complejos.
Sin embargo, es imposible que esa ecuación cierre positivamente si se dejan a la buena de Dios a las salas médicas, encargadas justamente de la atención primaria.
Las malas condiciones que sufren los inmuebles que ocupan las salas, la falta de insumos en algunos casos y también la situación laboral de los y las profesionales que las hacen funcionar día a día, refleja una imagen distorsionada respecto de la oficial. Ajustándose a ello, más que de atención primaria, se debería hablar de condiciones primarias para la atención.

Autoconvocados
Semanas atrás se presentó en el ámbito del Concejo Deliberante un grupo autoconvocado de trabajadores y trabajadoras que se desempeñan en lo que se conoce como Área Centro del sistema de Salud Municipal. Este área comprende las unidades sanitarias de Bella Vista, Kilómetro 5, La Falda, Villa Miramar, Napostá, Pedro Pico, Rivadavia, San Cayetano y Universitario.
Una veintena de representantes del grupo se reunieron con los concejales integrantes de la Comisión de Salud del Concejo Deliberante y les expusieron los problemas e inconvenientes que vienen sufriendo. Allí también estuvieron algunos representantes de la Secretaría de Salud municipal.
En el parte de prensa del Concejo Deliberante, el edil Guillermo Quevedo sintetizó, entre otros temas, que los trabajadores y trabajadoras se refirieron también “a otras cuestiones, quizás a más largo plazo, sobre la habilitación de unidades sanitarias, el procesamiento de residuos patogénicos, cambio de figura de temporario a permanente, entre otros».
Para obtener una versión más acabada de los resultados de la reunión y las problemáticas que motivaron la convocatoria, EcoDias dialogó con el doctor Raúl Gil, uno de los autoconvocados, quien señaló que con anterioridad al encuentro, se había enviado una nota con las inquietudes correspondientes a la Secretaría de Salud, a la Comisión de Salud del legislativo, a la Asociación de Profesionales Médicos del Hospital Municipal y al Sindicato de Trabajadores Municipales: “En la nota pusimos algunas falencias de las unidades sanitarias. Pero quiero ir a algo más profundo, y que no es un tema que me toque a mí, que es el tema, por ejemplo, de las temporarias. Todos hemos sido temporarios alguna vez, pero no tanto tiempo como ahora. Pese a que cobra su sueldo y está el dinero para pagarle, el temporario no tiene la estabilidad municipal. Eso lo hace muy vulnerable, tan vulnerable que tiene miedo a peticionar. Son 38 personas que están en esas condiciones, es un poquito mucho”.
Gil destacó la unidad que hay entre trabajadores y trabajadoras del Área Centro y de allí la decisión de acompañar el reclamo de los que se encuentran en condiciones de temporarios: “El estar unidos evita que haya algún tipo de represalias, para que no aparezca alguien trabajando en Cabildo o que te cambien de sala. Si nosotros tenemos ese temor, te podés imaginar la gente que trabaja en forma temporaria”.

Un falso temporario
Lo planteado por el doctor Gil ante EcoDias y reclamado también en el Concejo Deliberante, no es ni más ni menos que precariedad laboral. Y esa precariedad tiene otras aristas en lo que respecta al sistema de salud municipal: “Hoy se le da el nombre rimbombante de unidad sanitaria, pero en realidad en algunos lados son casas adaptadas a esto. La idea más moderna no es esto. La única que no tenemos (en esas condiciones) es la de Miramar en el Área Centro, que fue edificada por la Municipalidad”.
Destacando que la primera etapa fue bien resuelta en cuanto a la construcción, la segunda presenta algunos detalles, tales como “se caen las ventanas… Pero dentro de todo es una unidad sanitaria que tiene más de un consultorio. Hay unidades que tienen un solo consultorio, el baño para compartir todo el mundo. No son detalles de confort”.
Si bien esta situación antes existía, la atención de la salud ha ido variando y por ello se necesitan mejoras, ir evolucionando: “Si por un lado me exigís ciertas cosas porque las exigencias son cada vez mayores, porque la demanda en salud es cada vez más importante, ¿cómo trabajo? ¿En qué condiciones trabajo?”.
Algunos, se insiste, lo hacen en calidad de temporarios. Y no es el caso del intendente Breitenstein -se declaró como “el primer temporario”, lo cual cayó como una broma de mal gusto- sino de los trabajadores sanitarios, en la mirada del doctor Gil: “El trabajo en salud es más desgastante, es estresante porque trabajamos con personas. Hay un trabajo barrial que quizás no se ve como una psicóloga que trabaja con adolescentes de un lugar, y esos adolescentes están haciendo algo y no delinquiendo. Un trabajo silenciado que es permanente, como las charlas que podemos dar de educación sexual que hacemos en escuelas. Entonces, ante eso tiene que haber una contrapartida y no está. No es muy exagerado lo que estamos planteando”.

Crisis de sistema
Médicos clínicos, pediatras, enfermeras, asistentes odontológicos, psicólogas, asistentes sociales, entre otros profesionales, son los que dan vida a las unidades sanitarias y brindan atención primaria: “Lo cual no es poco, venimos conteniendo la cosa, resolvemos muchísimos problemas de la salita y solamente derivamos al hospital un caso que es complejo”.
El personal alcanza, señala Gil, no es un problema de cantidad, el conflicto está en otro aspecto y, aclara, no es sólo de la actual gestión municipal: “Los residuos patológicos los tenemos en el baño… La mayoría de las salas no pasaría un examen, hay exigencias que no cumplirían”.
Según relató, la respuesta obtenida en el Concejo Deliberante es buena y fueron escuchados por todas las líneas políticas. De aquí en más queda ver qué respuestas concretas se dan en la práctica para conflictos como éste, que no solo sufriría el Área Centro: “Está muy crispado el ánimo de todas las áreas. Hicimos esto porque en otros lados no se animan, hay enfermeras que no se animaban y hay médicos que no se animaban, y estaban viendo qué hacíamos nosotros también. El sistema integral está así, las salas periféricas estamos con una historia especial que debe modernizarse para lo cual tenemos un poco de paciencia, pero la situación de los temporarios es el hoy. Hay temporarios que son sostén de familia, hay que dejarse de jorobar”.