Con un enfoque más orientado a lo que propone la nueva ley de Salud Mental, un
grupo de usuarios conformado por profesionales y personas con diferentes
problemáticas, trabajan en salud desde una perspectiva artística y de
interacción en la que se priorizan los recursos de cada uno de los integrantes.

En las instalaciones que el Hospital Municipal tiene en Bravard 31 y que
están destinadas al área de Salud Mental del nosocomio, actúa lo que se conoce
como Área Psi que justamente constituye toda esa parte de salud mental. Pero
Área Psi también se llama a una reunión que se desarrolla cada miércoles a la
mañana y que funciona como un dispositivo para la realización de diferentes
actividades.
EcoDias visitó el lugar un miércoles y fuimos recibidos por el grupo de trabajo
conformado por usuarios entre los que hay profesionales y personas con
diferentes problemáticas como pueden ser adicciones, intentos de suicido,
familiares de alguna persona con problemas, gente que no tiene empleo, etc.
Nótese que utilizamos la palabra usuarios y no pacientes y que incluso entre
esos usuarios están las personas que quizás no van a la reunión por sufrir
algún conflicto en particular.
Usuario es todo aquel que hace uso del sistema de salud. En cambio, el paciente
está más relacionado a la paciencia, al esperar, a la inactividad y a la
pasividad: “Acá lo hacés vos, vos venís a cuidar tu salud y es todo desde lado
activo” explicó Rocío Martínez, licenciada en Psicología quien junto a
Florencia Portilla, estudiante de Psicología, atendieron a EcoDias una vez
finalizada la reunión de su grupo. Grupo en el que se destaca la cuestión de la
salud pero no desde el punto de vista habitual o histórico sino desde el lado
de lo artístico mezclado con el encuentro y la interacción entre los
integrantes.
“La reunión es un dispositivo: hace cuatro años aproximadamente se crea con
este movimiento de la ley de Salud Mental, 26657, se empieza como a plantear la
participación de los usuarios en el proceso de salud, la participación de la
comunidad. Nosotros partimos de la base de la salud desde una visión positiva y
no desde lo que es la enfermedad, y siempre priorizando los recursos que tiene
la persona. Priorizamos la salud desde el arte, desde el encuentro, desde la
interacción, desde la producción” señaló Florencia mientras que Rocío recordó
que en su momento todo surgió por un proyecto de pintar la sala de espera del
lugar: “Los mismos usuarios que ya sentían pertenencia con el lugar querían
adornarlo o ponerle un poco de color. Se empezaron a hacer reuniones para
llevar a cabo ese proyecto con los usuarios que venían en ese momento a Bravard
31.
Después esa reunión se siguió dando, se usó ese punto de encuentro, ese motivo
que fue pintar para otras actividades que tienen un tinte solidario y de buscar
el bienestar colectivo”.
Como ya se dijo en la definición de usuario y en la de paciente, hay una
premisa que también se comparte en el grupo y es que cada persona es la que
cuida su propia salud y a la vez puede cuidar la del otro: “Entonces siempre
desde lo colectivo, desde lo grupal y desde el mismo momento que hay un lugar
de encuentro y que la gente sabe que viene a tomar mate, por ahí viene a contar
algo…no son grupos terapéuticos, o sea es un dispositivo”.
La intención es que los usuarios canalicen desde lo grupal y puedan hacer su
aporte a la sociedad. Por otra parte, Florencia comentó. “En cada reunión
tratamos de concretar proyectos. Por ejemplo, el sábado vamos al parque,
hacemos un encuentro como para que conozcan qué talleres se están dando acá,
cocinamos… siempre tratamos de generar propuestas para participar todos desde
la simple compañía”.
Al momento de la entrevista se encontraban previo a la realización de una
jornada de reflexión y recreación con adolescentes, usuarios y profesionales en
el Paseo de las Esculturas. Esa actividad forma parte de una aún mayor
relacionada a repensar la adolescencia desde una perspectiva
interdisciplinaria. Entre los puntos destacados a tratar figura el de mejorar
para los jóvenes la accesibilidad al sistema de salud.
Volviendo a la entrevista en sí, cuando entramos a la reunión de Área Psi
notamos que todos estaban sentados los unos al lado de los otros, en un espacio
que se notaba democrático y donde no se evidenció la presencia de jerarquías:
“No hay autoridad – contó Rocío y agregó: “Yo en realidad empecé a participar
como estudiante porque me enteré que existía esto y porque la temática y la
finalidad me importa porque uno por ahí elige la carrera porque le gusta ayudar
o porque quiere hacer algún aporte a la sociedad.
Somos todos usuarios porque usamos el sistema de salud desde el momento en que
venimos a sacarnos sangre, todos somos usuarios del sistema”.
En ese sentido, Florencia destacó: “Además, tal vez cuando entrás no te das
cuenta quién es el profesional que antes atendió tal vez a un paciente y ahora
está al lado tomando mate y discutiendo cómo vamos a hacer el proyecto”.

Salir al sol
Rocío explico que durante los cuatro años de existencia, la reunión fue
cambiando no solo en cuanto a su dinámica sino también por la composición del
grupo: “Siempre tratamos de hacer actividades para enriquecernos nosotros, para
consolidarnos como grupo y actividades externas.
Estuvimos dando talleres dentro de la reunión, nos tomamos una hora para esto
que digo de dar herramientas al otro para si tiene que, por ejemplo, cuidar a
un abuelo, tiene que cuidar a un amigo, entonces enseñábamos cocina…”.
“Cada uno tiene algo bueno para dar” comentó Florencia y detrás de esa idea
está la posibilidad de transmitir eso bueno mediante la enseñanza en un taller.
“La salud – afirmó Rocío – no es el dispositivo antiguo que estabas en el
consultorio de dos por dos en una entrevista con el psicólogo. Esa parte está
pero nosotros le damos otra vuelta con lo nuevo que propone la nueva ley que es
abordarlo sublimando desde lo artístico, pintando, haciendo cerámica u otra
actividad que está enlazada, por debajo hay un eje de salud mental pero que a
través de otras herramientas y con los talleristas a uno también le sirven para
un bienestar propio”.
Además de los mencionados, hay talleres de literatura, pintura de mural,
Educando para la Paz y dispositivos como La Buena Noticia sos Vos”.
Así y todo, también hay espacios que se llevan a cabo durante los fines de
semana. Al respecto, Florencia señaló: “Tratamos también de hacer actividad los
fines de semana que son los días capaz de más soledad, los mismos usuarios
piden que haya algo para hacer”.
En cuanto a los usuarios y los problemas que pueden llegar a tener ya se
nombraron a las adicciones, intentos de suicidio, desempleo, depresión, aunque
también al grupo pueden concurrir familiares de personas con determinado
problema. Se insiste en que el grupo es abierto: “Uno tiene un lineamiento
porque es la unidad centro de prevención y asistencia de adicciones pero
nosotros vemos como que cualquier tipo de adicción que uno tenga es la punta de
otro problema mucho más profundo. Entonces nosotros no vamos a hablar de
adicciones, por ahí damos talleres en las escuelas y dicen “uh vienen a hablar
de droga y de adicciones” y no abordamos por ese lado. Abordamos por el lado de
que hubo una debilidad que a vos te llevó a que lo expongas a través de una
adicción pero te podría haber pasado o lo podrías haber demostrado de millones
de problemáticas. Hubo algo que te llevó a eso, entonces nosotros tratamos de
buscar la raíz de ese problema”.
Fue en una reunión que en un momento se propuso salir del hospital “porque si
no nos quedábamos dentro de estas paredes y nadie se enteraba lo que estábamos
haciendo”.
Entendemos que suele ser frecuente que una persona que sufre de algún tipo de
depresión tiende a encerrarse en si misma. Sin embargo nada de eso se notó a la
hora de ver a los usuarios reunidos: “Partimos de la base de perder un poco el
tabú de la palabra o de lo que es padecimiento mental, como que no tenemos
bloqueo con eso y ellos lo ven… por lo que cuentan ellos, por ahí van a una
guardia y ven a un médico u otro tipo de profesional mucho más acartonado por
así decirlo, y cuando a uno lo ven como más allegado, con cierta confianza, ahí
es como un clima de confianza que les sirve”.
Las instalaciones, contaron, estaban al inicio del grupo, sucias y abandonadas.
Todo fue reconstruido entre los componentes del dispositivo.
“Nosotras empezamos prácticamente la carrera con la nueva ley entonces uno se
olvida lo que eran antes los dispositivos de salud mental o que ni siquiera
existían”.
Siguiendo esa línea, Florencia manifestó: “Empecé la carrera con una concepción
de lo que era la salud y que en el hospital iban a estar personas con
padecimientos y venís acá y te das cuenta de ver la salud desde otro lado,
desde los recursos, desde lo que se puede hacer…”.
Consultadas sobre si la nueva concepción en cuanto a salud mental que viene
impregnada en la reciente ley, es difícil insertarla en la comunidad, Rocío
respondió que eso cuesta bastante: “La mentalidad viene de los propios usuarios
que se siguen sintiendo pacientes, entonces vienen a exigir o que uno le de un
certificado o que uno le de una medicación y como que no terminan de hallarse
en lo nuevo que uno propone. Vienen a exigir la mentalidad hegemónica medicinal
que era “Yo te digo lo que tenés, tomás esto” y te vas a tu casa con todo
resuelto por así decirlo. Y nosotros creo que son más las preguntas que damos
que las respuestas pero se acostumbran. Como que vienen pidiendo algo, ven lo
que proponemos nosotros y se terminan quedando”.
A raíz de ello es bueno refrescar conceptos y volver a diferenciar entre
usuarios y pacientes.
Florencia. “Usuario es el que usa el sistema de salud.
Rocío: “Paciente lo tomamos como del lado de la paciencia, del esperar, de la
inactividad, de la pasividad. Acá lo hacés vos, vos venís a cuidar tu salud y
es todo desde lado activo”.