Con el taller “Hacia un buen envejecimiento” se intenta, entre otras cuestiones, mantener un contacto entre los compañeros que ya se jubilaron y aquellos que aún continúan en actividad.

Cuando se habla de la actividad gremial, en mayor medida se suele hacer referencia a las cuestiones que atañen a sus trabajadores. Pero de un sindicato también forman parte aquellos hombres y mujeres que han desarrollado su etapa laboral a lo largo de sus vidas y que ahora se encuentran en calidad de jubilados. Desde el Estado nacional se pregona que de los jubilados no hay que olvidarse en ningún sentido, y así lo entienden los trabajadores que forman parte de la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos de Bahía Blanca (AEFIP)
Ello se refleja en una serie de talleres que lleva a cabo el gremio y que forma parte de un proyecto titulado “Hacia un buen envejecimiento”. El mismo tiene un espacio dedicado a la estimulación de la memoria y otras funciones, dictado por terapistas ocupacionales, y un taller de prevención de la salud a cargo de dos psicólogas. “Lo empezamos el 6 de noviembre y es toda una actividad integrada que, si a la gente le atrae, pensamos arrancarlo nuevamente desde principios del año que viene”, explicó a EcoDias, Luis Serra, secretario general de AEFIP.
Más allá de las mencionadas temáticas referentes a la salud, el taller tiene objetivos más profundos y que tienen que ver con crear lazos: “Lo que buscamos es tratar de acercar a los compañeros que ya están jubilados para tener más interacción con quienes estamos activos. El segundo objetivo es la preparación de los compañeros que están más cercanos a jubilarse para el momento que tengan que dejar la actividad laboral. No es sólo para jubilados sino también para activos que están en la última etapa de la actividad laboral”.
Al lograr una interacción entre ambos sectores de compañeros, el beneficio, señala Serra, será para el conjunto: “Que a los jubilados les sirva para estar en contacto con la gente que sigue en actividad, y con nosotros como gremio ya que eso es my importante; y que a los que están trabajando les sirva como experiencia, tener idea de qué es lo que les está pasando a nuestros jubilados y prepararse para cuando uno tenga que jubilarse”.
Por otro lado, tal como se señaló al comienzo, también se persigue la meta de abordar problemas que tienen que ver con la salud y que empiezan a sufrir tanto los jubilados como quienes aún siguen en la vida laboral. Se intenta, a través de los talleres, crear conciencia y trabajar en lo que respecta a prevención: “Hay un taller que específicamente trabaja sobre el tema de la pérdida de la memoria. Va a haber unas actividades a cargo de terapistas ocupacionales ya que la pérdida de la memoria es algo que no solamente sufre la gente que ha dejado la actividad, sino que la que está en actividad también empieza a notar que está olvidando algunas cosas. El objetivo del taller es buscar formas de reactivar la memoria”.

Actividades en Sierra de la Ventana
Semanas atrás, los afiliados a AEFIP tuvieron actividad en Sierra de la Ventana, en el marco de unos talleres de comunicación dictados por una licenciada en Letras y un psicólogo, ambos provenientes de Capital Federal: “Participó gente de Bahía Blanca, de algunos distritos nuestros como Olavarria, Suárez, Pringles, y de otros lugares como Bariloche, Bolívar y Mar del Plata. El objetivo era hacer un taller de comunicación, trabajar la comunicación entre los compañeros y los distintos niveles que tiene la organización nuestra”.
Según Serra, a través de la jornada se buscó mejorar la comunicación entre compañeros, a nivel horizontal, y entre jefes y colaboradores, a nivel vertical, “con el objetivo de que el mejoramiento de las comunicaciones permita que las relaciones laborales sean mejores. El nuestro es un organismo muy grande, con muchos niveles, y muchas veces las comunicaciones tanto en forma vertical como horizontal, no siempre funcionan de la mejor manera y eso genera a veces algunos problemas en el clima laboral”.
La actividad tiene connotaciones en lo sindical. Ante la existencia de un conflicto el gremio se convierte en intermediario para buscar un acuerdo: “Esa es nuestra preocupación como gremio y las comunicaciones tienen mucho que ver con lo que hace al clima laboral y al mejor entendimiento entre la gente, por eso apostamos a hacer este curso”.
De esta manera, coincide Serra, se logra también una mejor reacción por parte de los trabajadores ante un problema y saber de qué manera pararse ante un conflicto entre colegas o ante superiores: “Muchas veces la intervención de un tercero, como podemos ser nosotros como sindicato, logra poder interpretar los puntos de vistas y tratar de llegar a una solución que sea compatible con la postura de ambos. Eso suele pasar bastante seguido y a veces la intervención de un tercero mejora la comunicación entre las dos partes”.
Del taller formaron parte unas 50 personas, que replicaron una imagen positiva del mismo, al punto que ya se evalúa repetir la experiencia: “Los resultados fueron muy buenos. De hecho, quienes no asistieron están preguntando cuándo lo vamos a repetir ya que han escuchado muy buenos comentarios por partes de quienes pudieron ir al taller”.